Este pequeño proyecto autofinanciado, promovido por Julia Casado, comienza en 2015 y se instala en Bullas en 2016, arrendando una pequeña parcela de montaña rodeada de viñedos donde Julia diseña y construye una "bodega modular": un pequeño edificio transportable, económico, eficiente energéticamente e integrado en el precioso paraje de La Cañada del Jinete (Parque Regional y Reserva de Aves de la Sierra de Lavia).
Entiende la elaboración desde el viñedo y el lugar, integrando y revisando elementos y prácticas tradicionales en desuso propias de la cultura local del vino: pisado en tino, fermentación en de hormigón y en tinajas manchegas, crianza en “damajuanas” de cristal y en volúmenes grandes de madera usada. Tras la selección y cuidado de las parcelas, cultivadas manualmente y sin agroquímicos, Julia “interpreta” la zona mediante elaboraciones suaves y respetuosas, sin intervenciones ni aditivos, que permitan expresar la variedad autóctona, el viñedo y el año climatológico.
Los vinos que propone esta bodega proceden de dos parcelas de Monastrell muy distintas entre sí, seleccionadas en función del tipo de suelo y orientación, mostrando las distintas expresiones de la misma variedad en un radio de menos de un kilómetro de la bodega.
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